Hay quien dice que el nombre «bula» de ciertos documentos pontificios viene de bola porque los papas los sellaban con una bolita de plomo. Hay otra versión, al parecer la más aceptada por la Santa Madre Iglesia, indicando el origen en bulla, burbuja, del latín bullire, hervir. Bulla en el sentido de bullicio también viene de bullire. En realidad no importa pues bola también viene de bulla por tanto todos tienen razón. La terminología médica en inglés denomina bulla a ciertas ampollas. No parece haber duda que el nombre bula proviene del sistema usado para sellar dichos documentos vaticanos ya fueran bolas o burbujas. Ésa palabra latina dió origen al nombre de las nalgas en el idioma lituano lo cual no es nada extraño pues en español según el diccionario de la RAE «bullarengue» es un nombre coloquial del trasero femenino.
A las bulas en inglés les llaman «bulls» el mismo nombre de los esposos de las vacas. La simpática anécdota del estudiante respondiendo en un examen de historia: Martín Lutero falleció por haber sido excomulgado a muerte by the pope´s bull no tiene traducción cómica al español.
Lo que no tiene nada de cómico es el maltrato sexual eclesiástico de tantos niños pero hay una trágica ironía que el nombre de los más conocidos documentos pontificios haya llegado a significar nalgas en por lo menos dos idiomas. Buscabullas en el español de varios países significa buscapleitos, pendenciero. Tal vez debe darse ése nombre a los clérigos paidófilos.
Delicia de comentario de tu investigación y sobretodo muy <> a la actualidad crítica al catolicismo